Una hembra vieja fue capturada viva en septiembre de 1889, pero solo sobrevivió tres días.
Dos hembras más fueron halladas muertas al año siguiente, víctimas de una avalancha gallega.
[1] Alrededor de 2001 las cabras montesas residentes en el Parque Natural Baixa Limia-Serra do Xurés en la frontera gallego-portuguesa cruzaron la frontera y se establecieron en el cercano Parque nacional de Peneda-Gerez portugués,[2] colonizando así el que había sido el último lugar habitado por la cabra montés portuguesa.
Diez años después, la nueva población portuguesa había aumentado a unos 100 animales.
[2] Un espécimen de cabra montés portuguesa estuvo en exhibición en el Museo Bocage en Lisboa hasta que un incendio lo destruyó en 1978.