Este apoyo se interrumpió con su muerte en 1520, lo que provocó que Barbarroja perdiera la ciudad a manos de un jefe cabila local en 1524[2] y se retirara a su feudo de Jijel.
[4] Cuando Solimán el Magnífico declaró la guerra a Fernando I del Sacro Imperio Romano Germánico en enero de 1529 (la denominada Pequeña Guerra en Hungría), también deseaba pasar a la ofensiva en el Mediterráneo occidental, por lo que renovó el apoyo otomano a Barbarroja.
[5] Barbarroja recibió del Imperio otomano 2000 jenízaros, artillería y un importante apoyo financiero.
[4] Tras hacerse con el poder en la ciudad, Barbarroja sitió el Peñón de Argel, la fortaleza española situada a la entrada del puerto.
[2][4] En los años siguientes, Barbarroja utilizó Argel como base principal para lanzar incursiones desde Berbería.