[7] Este movimiento estratégico fue ampliamente rechazado por los consumidores y se convirtió en todo un fenómeno mediático en la sociedad Belga.
Against Everyday, want the Cara Pils", que reunió más de 3000 inscripciones[8] e incluso manifestaciones.
[13] Ante estos hechos, la compañía se mantuvo reticente a informar sobre la situación.
Pese a ser considerada como una de las peores cervezas del mundo por expertos cerveceros en el ranking rate beer,[14] la veneración a esta marca blanca es tan grande entre los belgas que se la considera como un elemento clave en la formación de la identidad nacional belga, junto a las patatas fritas.
[9] Aun así, el fenómeno fan ha llegado a producir anuncios publicitarios por los propios consumidores de la marca.
Del mismo modo, durante la crisis de suministro fueron numerosas las referencias en periódicos y publicaciones humorísticas.