[8] [9] Es uno de los pocos compuestos orgánicos que no tienen enlaces C-C o C-H.
También se encuentra en el corazón, en los pulmones, en los huesos y en los órganos reproductivos, así como el semen.
Se obtuvo originalmente mediante la síntesis de Wöhler, que fue diseñada en 1828 por el químico alemán Friedrich Wöhler, y fue la segunda sustancia orgánica obtenida artificialmente, luego del oxalato de amonio.
Las condiciones del proceso son, por lo tanto, un compromiso: el efecto negativo en la primera reacción de la alta temperatura (alrededor de 190 °C) necesario para el segundo se compensa mediante la realización del proceso a alta presión (140-175 bar), que favorece la primera reacción.
Utilizando la electrólisis para descomponer la orina se obtiene como gas (N2-K2-CO3) en el ánodo y (H2) en el cátodo.
La urea es hidrolizada enzimáticamente a dióxido de carbono y amoniaco por la enzima ureasa.
La urea fue descubierta por vez primera en la orina en 1727 por el científico neerlandés Herman Boerhaave,[17] aunque este descubrimiento se atribuye a menudo al químico francés Hilaire Rouelle.
Por este descubrimiento, algunos consideran a Wöhler como el padre de la química orgánica.