En las inmediaciones del pueblo se encuentran diversos atractivos naturales.
Por un lado, está el robledal del Berzal, un bosque que incluye algunos árboles centenarios y singulares, los cuales conservan las marcas de los usos tradicionales, cuando el robledal estaba adehesado.
El propio robledal sería el que habría dado el nombre toponímico de Carcedo al pueblo, derivando Karceto del nombre latino de los robles, Quercus.
En este mismo robledal, se pueden encontrar varios manantiales, entre los que destaca la fuente de Balde Olmos, junto a la que se han recuperado unas charcas que dan cobijo a diferentes especies de anfibios.
Así se describe a Carcedo de Burgos en el tomo V del Diccionario geográfico-estadístico-histórico de España y sus posesiones de Ultramar, obra impulsada por Pascual Madoz a mediados del siglo XIX:[9]