Insertados en las fiestas de invierno, tan características en la región de Trás-os-Montes y del Alto Duero, los Caretos representan imágenes diabólicas y misteriosas que cada año, desde tiempos inmemoriables, salen a la calle en las fiestas de carnaval.
[1] Los chicos más jóvenes que siguen e imitan a los Caretos se llaman Facanitos[2] y aseguran la continuidad de la tradición.
Este espacio permite la realización de eventos culturales y recreativos en el marco de la hoja de ruta turística del nordeste de Trás-os-Montes y el apoyo a la candidatura del paisaje protegido del pantano del Azibo como parque natural.
[1] También se encuentran los únicos seres que a los que los caretos respetan en sus travesuras, gritos y cencerradas: los marafonas.
[1] En este espacio polivalente, abierto diariamente al público, hay también una taberna regional donde se pueden saborear los productos de Podence.