Llegó a jugar a México para el Club Oro de Guadalajara en 1960, en donde sería campeón Hizo carrera como entrenador dirigiendo a los equipos "Pumas" de la UNAM, "Diablos Rojos" del Toluca, "Camoteros" del Puebla, "Jaiba Brava" del Tampico-Madero y "Tigres de la UANL.
Para Carlito, los deportes adicionaban belleza y pasión a la vida.
Carlito creía que el deporte podía actuar como un agente importante en la construcción de una sociedad más justa, sana y bella.
Carlito Peters dedicó toda su vida a la pasión que tenía por el fútbol.
Hijo de un gran aficionado y atleta amador, Adelino Peters, fue junto a los hermanos Dirceu y Nena, desde niño moldando su vida y de su familia a través de los deportes que practicaba, promovía o admiraba.