Carlo Garofalo (f. 1688-Nápoles, 1705) fue un pintor barroco italiano especializado en la pintura sobre cristal, activo en Nápoles y en Madrid.
[1] Además, recogía una anécdota referida por el propio Giordano de lo ocurrido el primer día que Garofalo pintó en palacio.
Deseando verle trabajar, contaba De' Dominici, el rey se acercó a él y, como las figuras que pintaba eran muy pequeñas, tuvo que aproximar mucho la cara a la del pintor que, temeroso, comenzó a sudar.
Pero el pintor, cada vez más nervioso, interpretó que el rey, por el gesto, lo había condenado a perder la cabeza al disgustarle su pintura, por lo que se arrojó a sus pies suplicándole que le perdonase la vida, con lo que provocó el asombro del rey, que no comprendía el motivo del llanto del pintor, y la risa de los que rodeaban al monarca.
El título de pintor del rey sin sueldo lo solicitaba «para yr a su patria a vista de sus hixos y parientes y por desear partirse quanto antes».