En 1947 integró y fue figura de la selección peruana que asistió a la Copa América, aquella destacada actuación en el torneo continental le valió ser contratado por Boca Juniors al año siguiente, club con el que jugó una gran y única temporada anotando 7 goles.
Tras ello emigró a Colombia para enrolarse al América de Cali coincidiendo allí con su compatriota Félix Castillo.
Desde el inicio ganó especial protagonismo, haciendo gran equipo con otros grandes referentes de la época como lo fueron Adelfo Magallanes y Teódulo Legario.
[1] En Boca Juniors jugó con grandes ídolos del club argentino, como lo fueron Natalio Pescia y Mario Boyé.
No solo porque todas coinciden en que nunca llegó a jugar con su hermano menor, Óscar Gómez Sánchez, sino porque de hecho, se lesionó.
Sin embargo, no quedó ahí su vínculo con el club, ya que permaneció siempre cerca del plantel.