Carlos González Ragel

La muerte de su madre se produce cuando contaba apenas nueve años.

De ese periodo parece ser su aportación a la azulejería del bar Los Gabrieles, en Madrid.

Fotógrafo, dibujante, caricaturista, Rajel cultivó en ese periodo una figura enjuta y elegante, con una capa negra con cierres de calaveras de plata, convirtiéndose en un personaje para la sociedad jerezana.

Tras su salida se desplaza a Sevilla junto a Amalia, su mujer, donde empeora su estado físico y mental, teniendo que ser nuevamente ingresado, ahora en el Hospital Psiquiátrico de Sevilla.

Regresó a Jerez, cuya casa en la carretera de Cortes bautiza como Villa Esqueletomaquia, y vive con grandes penurias económicas.