No obstante, el arquero nacido en Coronel Suárez tuvo pocas oportunidades para demostrar sus cualidades en el arco del equipo Culé, que era dirigido por otro argentino, Helenio Herrera.
[1] Se fue de España en 1961, pero su carrera no decayó, ya que fue adquirido por River Plate, donde -tal como ocurrió en el Barça- fue eclipsado por otro gran guardavallas: Amadeo Carrizo.
Lo mismo le sucedió en Rosario Central, club al que el Millonario lo cedió a préstamo en 1964, donde se topó con Edgardo Andrada, quien se hiciera famoso años después por recibir el gol número 1.000 de Pelé.
Cansado de tantas desilusiones, en 1965 decidió volver a Dock Sud y después de dos años en el ascenso (jugó en Deportivo Morón en 1966), su carrera tomó nuevo ímpetu en tierras colombianas.
Sólo en su primera temporada detuvo 7 disparos desde los 11 metros, incluyendo dos en el mismo partido, ante Cúcuta.