Conseguido su bachillerato, se consagró a estudiar la técnica de la aviación, que por entonces era una actividad novedosa.
Allí, Tenaud construyó el primer avión peruano, un monoplano cuyas alas se asemejaban a una mariposa (1909).
Sin embargo, el aparato no logró alzar vuelo: solo se elevó a poca altura para enseguida caer de costado.
Mientras Bielovucic surcaba los cielos de Lima con su biplano Voisin, Tenaud improvisó un campo en Limatambo para realizar sus pruebas con su Blériot, pese a que el terreno no era el adecuado.
A consecuencia de la caída, Tenaud sufrió graves lesiones en la columna vertebral.