En 1968, participó de las primeras mujeres argentinas en viajar a Antártida, con las profesoras Elena Dolores Martínez Fontes, María Adela Caría e Irene Bernasconi.
«Bahía Aguirre» fueron trasladadas a la Base Melchior, donde trabajaron durante todo el verano en una memorable expedición científica que también abarcó las islas Shetland y las Orcadas.
[7][8][9] Durante su estadía recolectó ejemplares de algas marinas antárticas, hoy conservadas en el Herbario del MACN.
En diciembre de 1972, realizó un segundo viaje a Antártida, sin embargo la banquisa impidió que el buque Bahía Aguirre pudiera atracar en las islas Orcadas.
Ambos viajes al continente blanco marcaron significativamente su vida, siendo una apasionada en todo lo referente a la biología antártica.