[1] Sin embargo, a principios de siglo, la violencia utilizada por los funcionarios del Estado Libre y los mercenarios internacionales contra los indígenas congoleños y un despiadado sistema de explotación económica condujo a una intensa presión diplomática sobre Bélgica para que tomara el control oficial del país, lo que hizo al ratificar la Carta Colonial sobre la anexión belga del Estado Libre del Congo, con lo que se creó el Congo Belga en 1908.
Sólo a finales de 1906 el rey Leopoldo II aceptó la anexión, después de que las potencias extranjeras, incluyendo el Imperio Británico y los Estados Unidos, amenazaron con organizar una convención internacional sobre el Congo.
[4] En 1906, este primer borrador se había vuelto inaceptable y el parlamento belga estableció una comisión especial encargada de preparar un nuevo proyecto de ley sobre la gobernanza del Congo Belga.
Esta comisión excluyó finalmente todas las disposiciones relativas a la dominación real.
Sin embargo, algunos socialistas creen que el país debe anexionarse el Congo y desempeñar un papel humanitario con respecto a la población congoleña.