Gaudí contó con la colaboración de sus ayudantes Francisco Berenguer, Juan Rubió y Juli Batllevell.
Efectivamente, la simetría, el equilibrio y el orden que caracteriza la Casa Calvet no son habituales en la obra de Gaudí.
Solían ser de planta rectangular, con doble fachada y patio interior, baños, cocinas y depósitos en la parte interna de la finca, junto a un patio de ventilación, y distribución por plantas, donde la más lujosa solía ser la primera, la planta noble, que solía tener una tribuna en la fachada.
[16] Por su parte, la fachada posterior presenta una composición de ritmos ondulantes formados por pequeñas galerías emergentes y balconcitos elaborados en piedra, cuyo diseño insinúa las formas que daría poco después a la casa Milà.
[14] Esta fachada incluye en los antepechos pinturas con el monograma PMC, referencia a Pedro Mártir Calvet, recuperados en la restauración de 1995.
[21] Los muebles del salón principal se encuentran actualmente en la Casa-Museo Gaudí, en el parque Güell.
Como anécdota cabe citar que la fachada principal sobrepasaba la altura permitida por las ordenanzas municipales.
[22] En 1900, la Casa Calvet recibió el premio anual al mejor edificio por parte del Ayuntamiento de Barcelona.
[23] En 1927, los Calvet vendieron el edificio a Joan Boyer, cuyos descendientes son los actuales propietarios.