Obra del arquitecto Segundo Viloria Escarda, tiene una planta de 800 m² y utiliza el ladrillo en las fachadas, rompiendo la excesiva frontalidad y monotonía de los muros.
Las tres plantas del edificio responden a un mismo esquema, si bien en la principal se sustituyen los ventanales por balcones.
Posee además una bodega bajo rasante y una hermosa azotea con vistas a los jardines de la Mota.
Soledad González Solita, heredera de la casa y propiedades anejas, donó a su muerte al Ayuntamiento de Benavente la casa modernista para usos culturales o religiosos.
En efecto, en la actualidad, tras la rehabilitación del edificio, éste se destina a usos culturales.