Berenguer recibió tierras en Orihuela, donde se estableció y también fundó un linaje.
[6] En 1638 murió sin sucesión legítima y le sucedieron varios parientes, hasta que en 1665 el heredero Jaume Ballester de Togores consiguió confirmación sobre título condal.
Pero los llosetines se sublevaron y derribaron la horca aprovechando la debilidad del conde.
Poco después, se produjo la alianza de las Nueve Casas, en la que los Togores participaron.
En 1811, con las Cortes de Cádiz, los Togores perdieron la jurisdicción baronial sobre sus tierras, pero mantuvieron su propiedad y título.
[4][7] Aunque la línea aristocrática está muerta, el apellido sigue vivo en Mallorca, donde es ortografiado y pronunciado Tugores.
Guillem volvió a casar en la isla y su descendencia de Mallorca mantuvo las baronías.