Esta domus recibe su curioso nombre por una inscripción latina situada en su entrada trasera, en la cual se lee “Fortuna propitia”, que quiere decir buena suerte.
Esta casa ha sido adaptada para uso museístico en el cual se hace a los visitantes un recorrido por la casa y se les muestran los adornos y objetos encontrados en la excavación, tales como vajillas, monedas, objetos de adorno personal, lucernas, etc. Junto con esta visita se pueden observar también unas antiguas calzadas romanas descubiertas al mismo tiempo que la domus.
Se podría decir que era el despacho personal del dueño de la casa, donde recibía a las visitas importantes en intimidad, al ser la representación de la riqueza y poder de la familia en cuestión se decoraban con bonitas pinturas y mosaicos.
[2] La Casa de la Fortuna fue descubierta y excavada por primera vez por el arqueólogo Pedro San Martín Moro en 1970,[3] en el curso de una obra que se realizaba para construir unas viviendas y una oficina de una entidad bancaria –la cual viendo el posible futuro del descubrimiento financió la excavación–.
Más tarde en conjunto con la asociación Cartagena Puerto de Culturas se produjo la apertura total de la casa como museo gracias al proyecto del arquitecto Andrés Cánovas Alcaraz.