Por lo tanto, pese a que fuera una iglesia, su nombre no tiene ningún elemento religioso.
[2] En aquellos tiempos, el barrio de Can Serra, donde habitan unos 18.000 habitantes[3] se encontraba en una situación de total desestructuración económica y social.
Es por este motivo que se fundó la Casa de la Reconciliación, para llevar a cabo muchas actividades para el desarrollo y mejora del bienestar de los vecinos.
La Casa de la Reconciliación no tiene una repercusión social tan importante como la tuvo durante el franquismo y la transición.
No obstante, aún se utiliza para algunos actos reivindicativos.