Fue levantada en el siglo XVI como una casa señorial, habiendo pasado por distintos propietarios desde entonces.
El edificio fue levantado en el siglo XVI y posee un estilo genuinamente castellano.
En tiempos más recientes ha sido propiedad del pintor almeriense Julio Visconti Merino.
La fachada principal está realizada en ladrillo, con un balcón central en voladizo y repisa de forja con jabalcones.
En el interior, la casa cuenta con dos plantas cuyas estancias se encuentran repartidas en torno a un patio central de tipo cuadrangular, creando galerías sustentadas en cuatro columnas esquineras de estilo corintio realizadas en piedra.