Sus orígenes se remontan a 1439, reabriendo sus puertas en su actual ubicación en 2009.
La planta baja está destinada a la exposición permanente de la imaginería festiva.
[2] Entremeses era el nombre que recibían las representaciones que, desde el siglo XII, se realizaban en grandes fiestas y banquetes cortesanos, entre plato y plato, para entretener a los comensales.
En estas representaciones participaban juglares y actores, que a menudo se valían de elementos figurados de madera, como muñecos antropomorfos, zoomorfos y seres fantásticos.
Estas asociaciones representan múltiples ámbitos de la cultura popular y del folclore catalán, como los gigantes y cabezudos, el bestiario festivo, los diablos, las danzas tradicionales (baile de bastones, sardanas, etc.), los «falcons», los trabuqueros o el belenismo.