El cementerio fue un proyecto fracasado promovido a principios de los años 90 por la empresa Bon Sosec, SA.
[1] Sin embargo,Bon Sosec, SA presentó suspensión de pagos en septiembre de 1995, dejando deudas millonarias con las empresas que habían participado en la construcción de las instalaciones.
[2] Por estas circunstancias, la operación de salvamento del cementerio privado con dinero público del ayuntamiento se vio como una posible práctica corrupta en beneficio de los intereses particulares del alcalde.
El nombre de la empresa Bon Sosec volvió a salir en los medios de comunicación en medios 2007, ya que estuvo relacionada con la investigación de la Operación Relámpago del Caso Andrach.
[3] Aparentemente, Bon Sosec, SA era ahora empleada como tapadera para camuflar operaciones fiscalmente opacas de la misma trama empresarial responsable de esta operación.