Castellet de Banyoles

Del yacimiento destacan fuertemente sus dos torres de defensa pentagonales de la entrada, su estratégica situación a unos 115 metros sobre el curso del río Ebro, los tesoros que se recuperaron y sus dimensiones (superficie máxima potencial cercana a los 42 000 m²).

El llamado tesoro de Tivisa fue descubierto en 1927 y está formado por cuatro páteras de plata dorada, varios vasos de plata y dos collares.

De momento, las excavaciones han puesto de manifiesto un único nivel de destrucción correspondiente a finales del siglo III a. C., aunque parece existir una cierta reocupación a finales del siglo II a. C. y durante el siglo I antes de Cristo.

Las últimas excavaciones también demuestran la presencia de un campamento militar romano cerca del asentamiento ibérico ilercavón.

Parece suficientemente documentada su destrucción repentina y violenta, probablemente durante los últimos años de la segunda guerra púnica y en relación con las revueltas de los poblados indígenas mencionadas por las fuentes históricas.