Es de origen islámico y se alza sobre un cerro que domina el valle del Guadalentín.
Durante este período la fortificación se extendía como un ḥiṣn que dominaba el territorio adyacente y administraba las alquerías cercanas.
[2] En el siglo XXI el castillo fue objeto de diversas intervenciones para consolidar los restos que se conservaban y para excavar ciertas zonas.
[1] Se trata de una construcción almohade, levantada sobre un cerro rocoso.
Esta conserva en el interior arcos apuntados y vestigios de aljibes.