Castillo de Aracena

[1]​[2]​ La fortaleza se erigió en el siglo XIII, en la época islámica, sobre una antigua edificación fortificada musulmana.

En torno a éste se asentaba la población dando origen al actual paisaje urbano.

Aracena fue cedida por la Corona de Castilla a la Orden del Temple.

En el muro del hastiar aparece un porche, mientras el ábside se nos muestra interrumpido por un gran camarín barroco.

Las obras quedaron paralizadas a lo largo del siglo XIV, para reanudarse a principios del siglo XV, prolongándose durante toda esta centuria, en la que se aprecia claramente el influjo de la catedral de Sevilla.