Desde esa fecha hasta su abandono a finales del siglo XVIII ha sido objeto de diversas reformas, aunque su estructura es su mayoría de entre los siglos XIII-XIV.
A finales del siglo XIII, el infante Don Sancho se rebela contra su padre, el rey Alfonso X el Sabio, y pretende arrebatarle el trono.
Nuño Tello, por fidelidad al rey, renuncia a su hija y no abre las puertas del castillo.
Este se niega y se ahorca en las vigas del castillo, dejando un escrito: "Como con el espíritu no podría serle leal, le envío mi humanidad, única parte de mí que nunca supo rebelarse".
[1] Sin embargo, en el 1339 el castillo pasa de nuevo a manos musulmanas tras la conquista del rey nazarí Yusuf I. Alfonso XI la volvería a recuperar para los cristianos en el 1341 de forma definitiva.