Es monumento histórico de Francia desde el año 1930.
La historia del castillo se remonta a la época visigoda: en el siglo VI, el rey Teodorico I de Austrasia mandó edificar en el montículo donde se emplaza el castillo, un "castrum" a fin de albergar tropas y como enclave estratégico militar de vigilancia y control del río Orb.
Ya en el siglo XI, se inicia la construcción del castillo en sí como fortaleza defensiva feudal, bajo propiedad de los Señores de Boussagues.
Durante y tras la Revolución francesa, el castillo fue pasando a manos de diversos propietarios y sucesivos abandonos que lo sumieron en ruinas.
Ya en el siglo XXI, se llevó a cabo una profunda y minuciosa restauración que duró 10 años.