Tras las expediciones de Pedro I en 1101 la zona de Mezimeeger pasó a manos del reino de Aragón y recibió un nuevo nombre asociado al papel militar que tuvo en el contexto del asedio aragonés de Saraqusta: Juslibol, derivado del grito de aclamación deus vult (latín clásico), dieu le veut (francés) o deus lo vult (latín vulgar); Dios lo quiere.
En 1134, el rey Alfonso I cedió el castillo a los Garcés.
En 1160 pasó a manos del obispado de Zaragoza, por una donación del Conde de Barcelona Ramón Berenguer IV.
[1] Actualmente el castillo se encuentra en estado de ruina progresiva.
Se conserva además un aljibe parcialmente abovedado, así como los vestigios de un complejo sistema de fosos, murallas y torreones dispuestos a intervalos regulares, gravemente comprometidos por la erosión del terreno.