La evidencia arqueológica sugiere que fue construido originalmente en la mitad del siglo catorce, en el estilo gótico.
Su ubicación es estratégica pues esta en una elevación a las orillas del río Nemunas cerca de su confluencia con el río Neris.
A principios del siglo XXI, alrededor de un tercio del castillo estaba todavía de pie.
El castillo está abierto al turismo, y alberga festivales ocasionales.
Las principales obras de reconstrucción se iniciaron en 2010.