Montuenga, igual que otros enclaves sorianos donde se localizan castillos como Jubera, Somaén o Aguilar de Montuenga, constituye un paso natural entre Castilla y Aragón, y por tanto una importante plaza desde donde controlar el acceso a Aragón, contando para ello con una extensa red de atalayas.
Estas atalayas se ubican en puntos de máximo dominio visual, aunque algunas están en zonas bajas y se destinan a la vigilancia de caminos y valles secundarios.
El castillo se alza sobre un alto cerro, escarpado y alargado, desde el que domina la localidad de Montuenga de Soria.
Quedan escasos restos de lo que fue la edificación, dos torres poligonales en los extremos unidas por lienzos.
El castillo fue construido en mampostería con sillares en las esquinas y está perfectamente adaptado al cerro sobre el que se asienta.