Maximiliano Fernández Flórez lo identificaba con el llamado Castillo de Arbolio, tal como consta en la documentación leonesa, si bien investigaciones más modernas sugieren que pudo tratarse del Castillo de Barrio de la Tercia.
El castillo, totalmente arruinado, se yergue sobre un escarpe a orillas del Curueño, dominando la antigua calzada romana que comunicaba con Asturias a través del Puerto de Vegarada.
En la cumbre presenta unos restos de muro, sin que se conseerve acceso.
Más abajo, por el lado sur, restos de construcciones que cubren unos 20 x 5 metros, correspondientes a una antigua iglesia de estilo gótico (se conservan los arranques de las arquerías), cuyo recinto fue empleado en época contemporánea como cementerio.
Por debajo de la iglesia se encuentran cuatro inmensos contrafuertes que debieron sostener un recinto.