Es una obra declarada Bien Cultural de Interés Nacional .
Son muy escasos los restos que quedan de este antiguo y encumbrado castillo del Bergadá.
Al derrumbarse la fortaleza, los habitantes del lugar debieron aprovechar las piedras para la construcción de las casas de Peguera, pueblo minero abandonado hacia el 1970.
[1] La documentación más antigua es de la segunda mitad del siglo XI.
El nuevo conde, por incumplimiento de pacto de Pere Ramón, tomó las posesiones a este y las cedió a Berenguer Ecard (1098).