En 1385 los ricos hermanos comerciantes Niklaus y Franz Vintler de Bozen compraron el castillo.
Los hermanos Vintler encargaron una gran reestructuración del castillo: se construyeron una nueva muralla defensiva, un foso, un aljibe y más habitaciones.
Niklaus, que se había aliado con los nobles de la Liga Halcón, perdió todas sus riquezas y posesiones.
Maximiliano I, emperador del Sacro Imperio Romano Germánico, ordenó renovar el castillo.
Posteriormente, el castillo fue abandonado hasta que Fernando I lo cedió en 1530 a Sigmund von Brandis, Caballero Comandante de Bozen.
Durante el Romanticismo, a principios del siglo XIX, los románticos redescubrieron Runkelstein.
Johann Joseph von Görres, escritor alemán, fue el primero en llegar y pronto fue seguido por muchos artistas al servicio del rey Luis I de Baviera.