Castillo de Saissac

La posición no es casual, en este emplazamiento guardaba y defendía todo intento de incursión a la Montaña Negra.

Durante los siglos XVII y XVIII, el pueblo conoció la prosperidad gracias a la industria de paños, favorecida por los numerosos torrentes que lo surcan bajando de las montañas, pero no así el castillo, que tras la Revolución francesa cayó en ruinas y fue utilizado como pedrera.

Compuesto por un enmurallamiento externo irregular cuadrangular, sobre tres niveles o terrazas continuas adaptándose al desnivel natural del terreno, flanqueadas por torres circulares y rodeadas por un foso, actualmente desaparecido casi en su totalidad.

Los inferiores, de época anterior, son subterráneos y comunican con la antigua poterna medieval mediante una rampa.

Al pie del castillo, en la zona sur y más abrupta, se hallan los vestigios de una antigua villa castral.

Castillo de Saissac y la llanura del Lauragais al fondo.
Vista de la primera terraza del castillo.