En 1928 fue vendido a un empresario particular, en ese momento aún conservaba toda la estructura y las principales edificaciones.
En 1940 fue destruida en gran parte su estructura arquitectónica original, al querer convertir la zona y la edificación en un centro turístico.
Algunos obreros que trabajaron en la remodelación recuerdan la existencia de tumbas en el lugar donde actualmente se encuentra la piscina.
Aun así, se recogieron dos muestras distintas que aportan casi un centenar de fragmentos cerámicos entre las dos; la menos numerosa corresponde a la superficie del mismo castillo, un sector bien delimitado por carreteras y calles que la rodean.
Ambas muestras coinciden en probar la ocupación altomedieval del asentamiento y su continuidad desde su origen, pero no se detectaron indicios de que constaten la ocupación antigua, siendo el siglo IX el momento más antiguo del que quedan restos y, por tanto, su supuesto momento de construcción.