Corría el año 1057, y así el castillo fue entregado a los condes de Barcelona, Ramón Berenguer I y Almodis.
En 1484 el castillo fue reintegrado al condado, ya marquesado de Pallars, después de ser conquistado a Hug Roger III.
El diámetro interior es de cerca de medio metros, y la parte conservada alcanza los 3 metros en el lugar más alto.
Al lado, se ven las trazas de un cuerpo de edificio amplio.
Todo el conjunto está hecho con un aparato regular, pero no demasiado grande y no muy pulido, lo que hace pensar en una obra del siglo XI.