El castillo de Soria Moria (Soria Moria slott) es un cuento de hadas noruego que alcanzó la fama gracias a Peter Christen Asbjørnsen y Jørgen Moe quienes lo incluyeron en su obra clásica Norske Folkeeventyr.
[2][3] Una pareja pobre tiene un hijo llamado Halvor que era un bueno para nada (Noruego:Askeladden, literalmente "joven de las cenizas" o "ceniciento", por entretenerse hurgando entre las cenizas del fuego con una vara sin hacer nada útil).
Halvor deseó que las princesas estuvieran con él para mostrarle a las jóvenes de su pueblo cuán avergonzadas debían estar.
La princesa más joven persuade a Halvor para que se recueste y duerma, una vez dormido ella le coloca un anillo en un dedo, toma el anillo de los deseos y pide regresar al Castillo de Soria Moria junto con sus hermanas.
Según la leyenda, la senda hacia el castillo no se encuentra claramente demarcada, y el viaje se hace en solitario, ya que todas las personas son diferentes y por lo tanto no pueden alcanzar su meta de la misma manera.
Estos relatos folclóricos presentan numerosos valores, ideas y personajes propios del país.
En 1881, Theodor Severin Kittelsen hizo una pintura muy famosa entre los noruegos sobre Soria Moria, que apareció en una edición ilustrada de los Norske Folkeeventyr.
[5] La declaración de Soria Moria, que fue negociada en el 2005 en el Hotel Soria Moria en Oslo, formó la base del primero y segundo gobierno del primer ministro de Noruega, Jens Stoltenberg.