En la actualidad todavía se pueden ver los restos del castillo.
En torno al año 1184 ya tenemos noticias del primer tenente, Fernando Moro, por lo que la construcción podría ser inmediatamente anterior.
[2] Quedan sólo los restos de algunos de sus muros exteriores, ubicados en lo alto de un pequeño cerro, desde el cual se divisan en los días claros amplias panorámicas, llegando incluso a verse la cordillera Cantábrica.
Se datan unas obras en la fortaleza en el año 1745 que dan a entender la ruina de la fortaleza debido al abandono de la misma.
En 2018 se realizaron diversas reparaciones en el castillo.