Castillo de Voltregá

En el 944 y en el 969 aparece documentada la Guarda del castillo de Voltregá.

Esta dama lo empeña a su hijo Berenguer Ramón I en el año 1023.

Al desaparecer esta familia, los obispos de Vic recuperaron el dominio.

Así, en 1291, el infante Pedro reconocía que su futura esposa, Guillerma II de Montcada le aportaba como dote este castillo junto con muchos otros.

Al final de la guerra estaba derribado y seguramente no se reconstruyó más.

El interior conserva un arco toral en el centro de la nave y un otro que la separa del presbiterio.