Su padre, se apresuró a buscar un matrimonio para su hija menor.
Su cuñado Enrique VII, esposo de su hermana Isabel, posteriormente negoció con Jacobo III de Escocia para obtener un posible marido para ella.
Su hijo y sucesor, Jacobo IV nunca realizó el acuerdo.
Catalina tenía solo 31 años de edad y se esperaba que volviera a casarse.
Como viuda, Catalina presuntamente pasó por períodos de "riqueza" y "adversidad", pero al parecer se vio favorecida por su sobrino Enrique VIII que "la llevó a un estado seguro".