Durante los años 90 del siglo XV, Manuel I de Portugal envió al arquitecto Pêro Anes para trabajar en el diseño de la catedral de Funchal, que quedó concluida en 1514.
Sin embargo, en 1508, cuando Funchal fue elevado a la categoría de ciudad, ya se celebraban misas en el templo.
No obstante, el remate de la torre y algunos detalles más sólo vinieron a ser finalizados en torno a los años 1517-1518.
[1] En la catedral destacan los asientos del ábside que exhiben santos, profetas y apóstoles en trajes del siglo XVI.
La iglesia posee una excepcional cruz procesional, ofrecida por el rey Manuel I.