En el momento de su construcción durante el período colonial español en Guinea, fue el símbolo del poder católico en la Colonia.
En 1901, el padre claretiano Lluís Sagarra i Llauradó (La Selva del Camp, 1871 - Concepción, 1849) modificó absolutamente la propuesta inicial.
Según parece, el padre Coll, siendo obispo de Barcelona Salvador Casañas i Pagès, mostró el proyecto a Antoni Gaudí (1852-1926).
En el equipo se integraron alemanes provenientes de Camerún y artesanos ebanistas como Juan Henseler.
En el presbiterio, a una altura de 3 metros, hay seis grandes tribunas con barandillas ornamentadas con calados góticos.
En las naves laterales, de dimensiones reducidas, se abren grandes ventanales, con vitrales emplomados, que aportan luminosidad al interior.