Catedral vieja de Plasencia

Sus tres naves se encontraban cubiertas desde el siglo XVIII por un espeso manto de cal, que al desaparecer, ha permitido admirar la esbeltez de un templo solemne y a la vez, acogedor.

En las partes que a día de hoy se mantienen en pie, podemos observar como el edificio seguía comportamientos románicos, aunque en ocasiones se empleasen soluciones próximas al protogótico.

Respondía al tipo de iglesia románica de tres naves, con un ábside central mayor y dos menores en los laterales, aunque actualmente se conservan tres naves sin ábside alguno.

[2]​ En sus orígenes, el testero estaba formado por la capilla mayor, separada de la nave principal por una pequeña escalinata.

La portada principal es ejemplo depurado del románico, con arcos de medio punto con las clásicas arquivoltas sobre las cuales, en sencilla hornacina, se contempla un grupo escultórico tallado en piedra de la Anunciación de Nuestra Señora, que aparece también sobre el espléndido rosetón en una pequeña imagen y ante ella un ángel orante.

Las naves oeste y sur son de claro estilo cisterciense.

Si hay una parte del edificio románico que deba destacar, sin duda se trata de la antigua Sala Capitular o Capilla de San Pablo y popularmente conocida como Torre del Melón por la terminación en una bola estriada.

En el punto más alto se termina con una bola estriada, que ha dado lugar al popular nombre de Torre del Melón.

Interior.
Planta de la Catedral Antigua en sus Orígenes.
Portada oeste.
Claustro gótico
Exterior de la Torre del Melón.
Interior de la Torre del Melón.