Cayo o Gayo Celio Caldo [a] fue un político y militar romano de los siglos II y I a. C. perteneciente a la gens Coelia.
Ningún miembro de su familia había obtenido antes ninguna magistratura destacada, pero él tuvo éxito en formarse por sí mismo gracias a sus acciones y a su elocuencia, aunque sus dotes como orador parecen no haber sido muy destacadas.
[2] Cicerón señala que Caldo se arrepintió toda la vida de haber propuesto esta ley.
En el año 94 a. C., fue elegido cónsul y obtuvo una de las Hispanias como provincia, probablemente la Citerior.
Durante la primera guerra civil, Caldo fue un partidario firme del partido mariano y en conjunto con Cayo Carrinas y Marco Junio Bruto se esforzó para evitar que Pompeyo uniera sus legiones a Sila.