Celestino Bayo Lucía

Celestino Bayo Lucía fue el primer aviador español caído en acto de servicio, en 1912.

Su fallecimiento sensibilizó a la opinión pública sobre los riesgos de la aviación, y llevó a la introducción de importantes reformas en la legislación que reconocieron la peligrosidad y penosidad de los que se dedicaban a volar aparatos más pesados que el aire.

El día 27 de junio llevaba ya ejecutados 110 vuelos, 47 como pasajero y 63 solo en el aparato, considerando los profesores que estaba preparado para intentar las próximas pruebas de piloto.

[2]​ Esa tarde recibió la orden de realizar un ocho en el aire si encontraba buenas condiciones atmosféricas, debiendo desistir en caso contrario.

El choque, que fue sumamente violento, ocurrió a las 19:31 y el capitán Bayo, echado boca abajo, tenía fracturados ambos fémures por sus tercios inferiores, saliendo al exterior los extremos de los huesos y estaba sin sentido por efecto de la conmoción cerebral".