Se denomina cementación al proceso por el cual durante la diagénesis precipitan las sales disueltas en el agua situada en los poros de los sedimentos;[1] las partículas constituyentes de estos (clastos, cantos...) quedan unidas entre sí.
La cementación, junto con la compactación, producen la litificación.
[2] El precipitado que se forma se denomina cemento,[3] y su composición puede ser muy variada, si bien abundan la sílice, el carbonato y los óxidos de hierro.
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