El cementerio se inauguró el 17 de agosto de 1848, en una época de oro de Tacna, en pleno auge del comercio que se mantenía con el Alto Perú y el norte argentino.
Su construcción se debe a la iniciativa de uno de los sacerdotes más brillantes que llegaron a Tacna, el español Sebastián Ramón Sors (párroco y vicario de la ciudad) quien orienta y dirige la construcción; que también impulsó varias obras públicas y tuvo una actuación heroica atendiendo a los enfermos de la terrible fiebre amarilla que acabó con un tercio de la población tacneña, en 1868.
Esta obra, construida en fino mármol, se inauguró el 29 de junio de 1885, apenas concluida la Guerra con Chile, en los primeros años del cautiverio de Tacna.
[1] El 23 de julio de 1980, mediante resolución ministerial N° 0928-80-ED del Ministerio de Educación se declaró el Cementerio y su capilla como Monumentos Históricos del Perú.
Existen hermosas lápidas de tacneños, como también de extranjeros: Alemanes, ingleses, franceses, italianos, dinamarqueses, polacos, españoles, chilenos, y bolivianos entre otros.