[3] Cenocrinus asterius ha sido estudiado en un tanque de flujo de laboratorio donde se comprobó que, con la base del tallo desprendida, podía desplazarse por el sustrato y trepar objetos.
[4] En su entorno natural, puede ser ayudado en este proceso por el impulso hidrodinámico proporcionado por una fuerte corriente al elevar su abanico de brazos.
Aunque la velocidad del movimiento es lenta, era lo suficientemente rápida como para superar al equinoideo.
Tienen varias bandas de cilios que les permiten nadar.
Las larvas son planctónicas y al cabo de unos días se posan en el fondo del mar y sufren una metamorfosis hasta convertirse en lirios marinos juveniles.