Fue desarrollado en la Unión Soviética por un equipo de 60 científicos alemanes hechos prisioneros tras la Segunda Guerra Mundial.
Se necesita una centrifugadora que rote a 1500 revoluciones por segundo o 90000 rpm.
Un campo magnético pulsante, similar a los usados en los motores eléctricos, hace girar rápidamente el tambor, de forma que el U-238 es lanzado hacia la parte exterior, mientras que el U-235, más ligero, se acumula en la parte central.
Las centrifugadoras Zippe son bastante difíciles de construir, y se necesitan componentes cuidadosamente mecanizados.
Sin embargo, este método es mucho más barato que otros y se puede usar con relativa discreción.