Centro de exterminio nazi de Hartheim

Estos asesinatos continuaron incluso después de que el programa fuera rescindido en agosto de 1941 (hasta 1944) y fue extendido para incluir a judíos, comunistas y otros considerados indeseables por el Tercer Reich.

El gas salía por unos agujeros y la cámara estaba cerrada por una puerta hermética con una ventanilla de cristal para ver lo que sucedía en su interior.

Así se lo advirtió Christian Wirth a un grupo nuevo de «fogoneros» (Brenner) que eran los encargados de llevar los cadáveres a los hornos crematorios.

«En Hartheim, el personal hizo una fiesta para celebrar haber llegado a las diez mil incineraciones, reuniéndose en el crematorio en torno al cuerpo desnudo de una víctima gaseada poco tiempo antes, a la que tendieron en una camilla y cubrieron de flores.

Finalmente, en Hartheim se gaseó a no menos de 20.000 personas...».

Castillo de Hartheim en 2005